American Staffordshire Terrier

De coraje proverbial, bien proporcionado y musculado, es un animal fuerte, de cuerpo ágil y gracioso, poseedor de una mirada de expresión despierta.
Clasificación de la F.C.I.: Grupo III-Sección 3: Terrier de tipo Bull
País de origen: Estados Unidos
Otros nombres: American Pit Bull Terrier
                         Yankee Terrier
Función originaria: Perro de pelea
Altura - macho: 47 cm
             hembra: 45 cm
Peso - macho: 22 kg
           hembra: 19 kg


Relacionado con el Staffordshire Bull Terrier, el American Staffordshire se ha desarrollado a partir de diferentes líneas y es algo más compacto y pesado que la raza inglesa.
Fundamentalmente se le utilizó como perro de pelea, de ahí que, se le conozca como Pit Bull, del sustantivo anglosajón pit que significa "hoyo" o "fosa" - lugar donde desarrollaban su función -  y de la forma verbal to pit que significa "enfrentar", "oponer" o "hacer luchar".


HISTORIA CINOLÓGICA: Las primeras exportaciones de Bull and Terrier desde el Reino Unido a Estados Unidos tuvieron lugar durante la Guerra de Secesión (1860-1865). Charlie "Cockney" Lloyd llevó, algunos años despueés, perros de líneas inglesas de tipo Pit Bull, entre los que destacaron los ejemplares Paddy, Pilot y Rafferty, que fueron cruzados con otros perros tipo Bull Terrier.
Los primeros ejemplares que se vieron fueron llamados Pit Bull Terrier o Pit Dog; la mayoría a manos de los corredores de apuestas para la pelea, que en aquel moderno país no estaba prohibida. Más tarde se les conoció como American Pit Bull Terrier, y hoy, el United Kennel Club in Kalamazoo (condado del este de Michigan) los inscribe y registra bajo este nombre.
Gracias al capitán Will Judy, que lo llamó Yankee Terrier, fue reconocido oficialmente por el A.K.C. en 1936. Las peleas se han ido manteniendo con líneas de los antiguos pit dogs, y actualmente goza de cierta popularidad en las exhibiciones de belleza.


CARACTERÍSTICAS DEL AMERICAN 
STAFFORDSHIRE TERRIER
Cabeza: De mediana longitud, cráneo ancho, mejillas pronunciadas y stop bien marcado, hocico de mediana longitud, redondeado en su perfil superior, se aplana bajo los ojos, trufa negra.
Orejas: De preferencia no cortadas, aunque si lo están deben ser cortas, en forma de rosa o erguidas.
Ojos: Redondos, dispuestos bajos, muy separados entre sí y de color oscuro; el borde de los párpados es negro.
Maxilares: Bien definidos, mandíbula fuerte; incisivos superiores adaptados fuertemente sobre los inferiores.
Cuello: Grueso, ligeramente arqueado, se va afinando desde los hombros hasta el cráneo, de mediana longitud y provisto de piel tensa.
Cuerpo: Hombros fuertes, musculados, anchos y oblicuos; dorso corto, inclinado ligeramente desde la cruz hasta la grupa, en la inserción de la cola; riñones algo marcados; costillas salidas y bien alineadas; pecho ancho y profundo.
Cola: Corta en comparación con la talla, implantada baja, se afina hacia su extremo; no debe estar curvada ni llevada sobre el dorso.
Miembros anteriores: Bastante separados entre sí, rectos; de osamenta ancha y redondeada; metacarpos rectos.
Miembros posteriores: Musculados, de corvejones bajos y verticales, no deben estar vueltos ni hacia fuera ni hacia dentro; proporcionan un movimiento sólido. Pies medianos, compactos, con los dedos arqueados.
MANTO
Pelo: Corto, brillante y apretado.
Color: Cualquier color a condición de que sea único, es decir, que ocupe toda la superficie del manto. Las manchas de otro color se aceptan siempre que no exista más de un 80% de blanco, negro y fuego o hígado.

 

CÓMO ELEGIR TU PERRO
Relación con el amo: desconfiado e incluso agresivo con los extraños, se adapta bien a la vida familiar.
Actividad: moderada
Longevidad: 12 años
Toilettage: no precisa especiales atenciones.
Predisposición al entrenamiento: aunque no suele mostrar su agresividad hacia sus propietarios, su extraordinario potencial de ataque exige un adecuado entrenamiento de obediencia.
Aptitudes especiales: hoy en día se conserva principalmente por sus aptitudes como animal de compañía.
Recomendado: a propietarios interesados en un buen animal de compañía, aunque desconfiado con los extraños, especialmente si se trata de otros perros.




LA AGRESIVIDAD EN EL AMERICAN STAFFORDSHIRE  TERRIER
A  lo largo de los últimos años han ido apareciendo en diferentes medios de comunicación noticias referentes a personas que han sido atacadas por perros. Aunque estadísticamente hablando la incidendia de accidentes mortales no sea elevada, la gran brutalidad de éstos cuando aparecen los convierten rápidamente en noticia de primera página.
Hoy en día se acepta que cualquier perro, de cualquier raza, sexo o edad, puede en un momento determinado manifestarse de forma agresiva por distintos motivos. De hecho, los problemas de agresividad, son los que con mayor frecuencia se observan en la población canina. Al margen de lo dicho, existe un conjunto de razas que desde hace tiempo han recibido la etiqueta de "peligrosas", entre ella el American Staffordshire Terrier. Desde un punto de vista  objetivo, la mayoría de estudios realizados sobre el impacto de las mordeduras caninas sobre la población destaca a las razas del tipo "pit bull" como las más frecuentemente implicadas en los ataques. Según una investigación realizada en el estado norteamericano de Florica, en el 17,8% de los ataques caninos registrados intervenían "pit bulls", mientras que su representación en la población general canina es tan solo del 3,7%.
Si bien es un hecho indiscutible que ciertas razas parecen estar más predispuestas a comportarse de forma agresiva que otras, todavía no ha podido concretarse el peso real que posee la genética sobre dicha faceta del comportamiento. En otras palabras, no se conoce con exactitud hasta qué punto el aparente carácter agresivo de estos perros se debe a una cuestión puramente genética o a la forma en la que han sido criados y educados. De hecho, si un ejemplar de cualquier raza es socializado incorrectamente o recibe un adiestramiento inadecuado podrá llegar a mostrarse agresivo, sin importar cuál sea su herencia genética.

Para los defensores de un claro determinismo genético sobre la agresividad de las razas "pit bull", tres son los factores determinantes de su tendencia a atacar con facilidad a otros perros e incluso al ser humano.
  • El reducido papel que juegan en estas razas los mecanismos naturales de inhibición de la agresividad.
  • Un deterioro en los sistemas de comunicación (señales de dominancia/sumisión) destinados a evitar que dos animales puedan llegar a herirse mutuamente durante una pelea .
  • Una elevada resistencia al dolor.
Para los defensores de la raza, una selección genética en algunos casos inadecuada, así como una educación incorrecta en la mayoría de los casos serían los principales responsables de la mala fama que se ha labrado el American Staffordshire entre determinadas personas.
Ante la ausencia de estudios rigurosos sobre el tema, la postura que parece más apropiada es la de no etiquetar sistemáticamente como peligrosa una raza como el Staffordshire. De hecho, la mayoría de sus líneas genéticas hace decenas de generaciones que no son seleccionadas por sus tendencias agresivas y sus habilidades durante la lucha. Hoy en día, se puede considerar al Staffordshire una raza apta para convivir con el hombre. Sin embargo, y fundamentalmente por un motivo de prudencia, habría que recomendar su adopción a propietarios con una cierta experiencia.











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